Había una vez un bosque mágico lleno de árboles. Estaba lleno de abetos, pinos y acebos.
El olor que allí se respiraba te transportaba a la Navidad directamente. No sé si por las galletas de Jengibre que hacían los pequeños duendes o por las castañas que asaban las hadas.
Todos los años, cuando se acercaba la Navidad elegían entre todos los habitantes del bosque al árbol más frondoso, alto, bonito y elegante de todos, para así poder llenarlo de bolas, luces de colores y una enorme y brillante estrella de Navidad en todo lo alto.
Faltaban muy pocos días y andaban todos muy nerviosos ¿Cuál de todos será el árbol que se vestirá de Navidad?
LOS DUENDES
Los duendes apostaban por el abeto que presidía en el centro del bosque, era tan bonito y alto que hasta le había puesto nombre, se llamaba Abie. Y medía casi 50 metros, la parte más alta de Abie se podía ver desde cualquier punto del bosque.
Como era un bosque mágico, Abie no era normal, Abie era un abeto en forma de triángulo, pero no de cualquier triángulo, Abie tenía forma de triángulo equilátero.
¿Sabéis que es un triángulo equilátero?
Un triángulo equilátero es un polígono regular, es decir que tiene sus tres lados iguales.
LAS HADAS
Mientras, en lo más alto de las montañas las hadas soñaban con conseguir el primer premio con su árbol favorito, el Pino Pi, y sorprendentemente al igual que los duendes, este año las hadas habían elegido otro árbol en forma de triángulo.
Pero en ese caso, el Pini Pi, no era un triángulo equilátero, el Pino Pi, era un triángulo isósceles, el pino más alto y simétrico de toda la montaña, medía 60 metros y superaba en altura al Abeto Abie.
¡Las hadas estaban seguras de que su Pino Pi sería el ganador y el día de Navidad llevaría puestas las mejores luces, bolas y estrella de todo el lugar!
¿Sabéis que es un triángulo isósceles?
Un triángulo isósceles es un triángulo en el que dos de sus lados tienen la misma longitud.
LOS GNOMOS
Mientras tanto andaban los gnomos correteando a la orilla del río “José Hierro”, cuando se dieron cuenta que faltaba solo 1 día para elegir el mejor árbol del bosque mágico.
Todavía no habían elegido cuando de repente se toparon con un árbol blanco como la nieve, era un almendro en flor ¡En diciembre! Esto sí que rea magia.
Era tan bonito que parecía brillar en el bosque, era como si tuviera alma, era tan mágico, que lo llamaron Alma. Y Alma como en el caso de los otros dos árboles, también era un triángulo, pero este era el árbol/triángulo más raro de todos. Este era un triángulo escaleno.
¿Sabéis que es un triángulo escaleno?
Un triángulo escaleno es un triángulo en el que ninguno de sus lados tiene la misma longitud.
Y casi sin darnos cuenta, el gran día llegó, llegó el día de la elección del ÁRBOL DE NAVIDAD que luciría las bolas, las luces y la gran estrella de Navidad.
Como era un bosque muy democrático, lo sometieron a votación. Y antes de que el Sol se escondiera detrás de las montañas el resultado estaba preparado.
Pero… ¡Oh! ¡No! ¿Cómo podía haber pasado?
Había un triple empate. Abie, Pi y Alma habían obtenido la misma puntación y los 3 estaban en primera posición.
¿Y ahora qué? ¿Qué podían hacer?
¿Quién luciría las bolas, las luces y la estrella de Navidad?
En ese momento el zorro Zacarías tuvo una idea, pero para ello reunió a los duendes, a las hadas y a los gnomos.
Al contarles su idea, todos rompieron a aplaudir y su sueño empezó a hacerse realidad.
¿Cómo? Los tres árboles se convertirían en un árbol. Abie, Pi y Alma serían el árbol de Navidad del Bosque Mágico.
Los tres troncos formarían la base en forma de cuadrado. Alma sería la base, Abie se encargaría de unir las tres partes y Pi llevaría en su extremo la estrella más brillante del lugar.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado y colorín, colorete, tiremos un cohete…pppssssssshhhhh!!!!!!
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